sábado, 19 de junio de 2010

SARAMAGO


Obra
Biográfica

* 1997 Cadernos de Lanzarote (Cuadernos de Lanzarote, recopilación (1993/95))
* 2001 Cadernos de Lanzarote (Cuadernos de Lanzarote, recopilación (1996/97))
* 2006 As pequenas memórias. (Las pequeñas memorias, memorias de su infancia)

Poesía

* 1966 Os poemas possíveis (Poemas posibles)
* 1970 Provavelmente alegría (Probablemente alegría)
* 1975 O Ano de 1993 (El año de 1993)
* 2005 Poesía completa (Antología)

Relatos

* 1978 Objeto quase (Casi un objeto, cuentos)
* 1979 Poética dos cinco sentidos: o ouvido (Los cinco sentidos: El oído)
* 1998 O conto da ilha desconhecida (Cuento de la isla desconocida, "Todas las islas, incluso las conocidas, son desconocidas mientras no desembarquemos en ellas")
* 2001 A maior flor do mundo (La flor más grande del mundo, relato infantil)
* 2009 El cuaderno (Recopilación del blog de Saramago)

Novela

* 1947 Terra de pecado (Tierra de pecado)
* 1948 Clarabóia (Claraboya, novela nunca publicada)
* 1977 Manual de pintura e caligrafía (Manual de pintura y caligrafía, novela filosófica acerca de la figura del artista)
* 1980 Levantado do chão (Levantado del suelo, historia de varias generaciones de campesinos portugueses, testigos de las penurias del campo y de un tiempo aciago, que culmina con el triunfo de la Revolución de los Claveles)
* 1982 Memorial do convento (Memorial del convento, la traducción de Basilio Losada mereció el Premio Nacional de traducción)
* 1984 O ano da morte de Ricardo Reis (El año de la muerte de Ricardo Reis)
* 1986 A jangada de pedra (La balsa de piedra, la península ibérica se desprende del resto de Europa y comienza a navegar por el Atlántico)
* 1989 História do Cerco de Lisboa (Historia del cerco de Lisboa, en 1147)
* 1991 O Evangelho Segundo Jesus Cristo (El Evangelio según Jesucristo, original visión de la vida del fundador del cristianismo)
* 1995 Ensaio sobre a Cegueira (Ensayo sobre la ceguera, una extraña epidemia condena a una ciudad a la ceguera blanca)
* 1997 Todos os nomes (Todos los nombres, novela acerca de don José, un kafkiano burócrata que al encontrar en el registro civil la ficha de una mujer, de la que no conoce siquiera la cara, queda perdidamente enamorado, y sale a buscarla)
* 2000 A caverna (La Caverna (novela), novela que parte del mito platónico y critica el consumismo)
* 2002 O homem duplicado (El hombre duplicado, dos hombres milimétricamente idénticos se encuentran: explora la angustia del ser anónimo perdido en una sociedad masificada)
* 2004 Ensaio sobre a lucidez (Ensayo sobre la lucidez, investiga los límites de la democracia)
* 2005 As intermitências da morte (Las intermitencias de la muerte, acerca de un país donde la gente deja de morir)
* 2008 A Viagem do Elefante (El viaje del elefante)
* 2009 Caín

Crónicas

* 1971 Deste mundo e do outro (De este mundo y del otro, Crónicas publicadas en el diario “A Capital”)
* 1973 A bagagem do viajante (El equipaje del viajante, Crónicas publicadas en los diarios “A Capital” y “Jornal do Fundão”)
* 1974 As opiniões que o DL teve (Las opiniones que DL tuvo, Crónicas políticas)
* 1977 Os Apontamentos (Apuntes, Crónicas publicadas en los diarios “Diário de Lisboa”(1972/73) y en el “Diário de Noticias” (1975))

Guía turística

* 1981 Viagem a Portugal (Viaje a Portugal)

Teatro

* 1979 A noite (La noche)
* 1980 Que farei com este livro? (¿Qué haré con este libro?)
* 1987 A segunda vida de Francisco de Assis (La segunda muerte de Francisco de Asís)
* 1993 In nómine Dei
* 2005 Don Giovanni ou O dissoluto absolvido

Para más información, leer la bibliografía que hay sobre estas lineas.

Saramago, nunca moriras, por que siempre te leeremos.

viernes, 11 de junio de 2010

EN BUSCA DE NUESTROS ANCESTROS

Bueno, volvemos a atacar con otra aventurita acaecida por estos lares para amenizar o destrozar vuestros intelectos.

En este país de diversiones, hay tantas cosas que hacer, que al final te tienes que decantar por hacer cosas que no puedes realizar en ningún otro sitio. Bueno, si las puedes hacer, pero aquí son actividades que se encuentran entre las más entretenidas.

El caso es que un día, un fin de semana de no hace demasiado, junto con unos compañeros que conocían como llegar, decidimos ir a por restos de nuestros ancestros.

Que conste que no hemos profanado ninguna tumba, solo hemos ido a por fósiles.



Fue un viernes, por la mañana, salimos de aquí sobre las nueve para no pasar demasiado calor, y con la intención de volver a comer a Riyadh.

El camino era fácil, carretera para adelante, hasta que llegas a un desvío, y llegas a un parque en mitad del desierto. Si, habéis leído bien, un parque en mitad del desierto.

¿Qué para que está? Pues supongo que para que algún beduino trashumante, si es que queda alguno, se dé un paseo y disfrute de un poco de sombra y césped.
La verdad es que no tiene precio, y la decoración del mismo es una apología de la paz.



El caso es que ese día vimos mucha agua, pues como había llovido torrencialmente no hacía mucho, aun quedaban restos del agua caída (leed, si no os acordáis, algún post anterior).

Pasado el parque, dimos la vuelta, y nos salimos al desierto, llegando a una presa que estaba llena de agua, pero que en breve estará seco, dado que el calor aquí no aprieta, sino que aplasta. En esta presa, algún saudí moderno, ha dejado retazos de arte callejero, aunque tiene que perfeccionar, pero por algo se empieza… así empezó Muelle… para el que se acuerde.

Una vez en el desierto, atravesando una zona para ir al otro lado de la presita, nos metimos entre montículos, y llegamos a uno donde el que sabía el camino, y como buscarlo, dijo que podía haber fósiles.



Lo de buscar fósiles, parece que es una tarea sencilla, solo había que mirar al suelo, y diferenciarlos de las rocas, y ya está… y si hubieseis visto a la hija de unos amigos, os parecería que es tarea fácil, pero os juro que tardé un buen rato en ver el primero, mientras que la hija de mis amigos ya llevaba como veinte. Yo estaba empezando a sentirme frustrado, no encontraba nada, y lo poco que encontraba no me gustaba en exceso… bueno, me encontraba frustrado y cegato, estaba empezando a pensar en ir a que me graduasen la vista, aunque fuese a uno esos vendedores de gafas medievales que aún recorren el batha de cuando en vez.

Al final se me fue acostumbrando la vista, y, más o menos, iba discerniendo alguno que otro de las rocas que formaban el montículo, que, por cierto, me dijeron que era fango de lava, aunque estaba bastante lleno de tierra… no se. El caso es que cuando más parecía que veía, cuando mis ojos se estaban acostumbrando a diferenciar un marrón de otro marrón y un trozo de roca de otro, cuando mi cuerpo empezaba a ignorar el sol que caía sobre mis espaldas dejando marcas en mis vigorosos brazos, llegó la hora de irnos yendo de vuelta a Riyadh.

A la vuelta paramos en una gasolinera, y yo estaba en el coche, hablando con mis amigos, cuando giré la cabeza… y madre que susto de muerte, que casi se me sale el corazón por la boca y me pongo a gritar cual quinceañera en concierto de Hombres G (por poner un ejemplo). Vi un nazgul en actitud mendigante, pegado a mi ventanilla, que yo creí que tenía actitud de entrar en el coche.

Casi se me para el corazón del susto que me dio. Era la mujer saco más saco que he visto en este país. Era una cosa esférica, con su abaya negra sin ningún adorno, unos guantes negros como de invierno, de esos que son para protegerte las manos cuando tienes que trabajar en la obra, pero en negro, y con la cara totalmente tapada, pero no con una tela ligera y que permitiera ver el exterior, sino con una tela de saco tupida, que ahora me pregunto si en lugar de pedir no iría tanteando el camino para no darse de bruces contra algún coche de la gasolinera.



El caso es que volvimos a Riyadh, y nos fuimos a comer al compound, pues es el único sitio donde podemos comer siete chicos y una mujer junto a dos niños en este maravilloso país.

Los camareros de este restaurante, llevan la tradición de hacer esperar al cliente más allá de lo imaginable, pero es que lo tienen a honra, o algo así, no es como en España, que ocurre en cualquier terraza, sino que es superlativo.

Cuando llegamos al restaurante solo estábamos nosotros, y otra mesa, pero la otra mesa estaba comiendo. Nadie se acercó a nosotros (igual es que los camareros son un poco tímidos, y, como no nos conocen demasiados sentían vergüenza). Juntamos unas mesas para ver si se daban cuenta que pretendíamos sentarnos y comer, pero debieron de pensar que éramos unos amiguetes que queríamos sentarnos a charlar a la fresca de su aire acondicionado.

Cuando ya estábamos todos, los llamamos, para que nos trajesen las cartas, principalmente, llamamiento que fue respondido tras un rato de espera, igual nos estaban dando tiempo para pensarnos si de verdad queríamos comer en tan lujos restaurante.



Por fin llegaron, y nos trajeron la carta, y nos preguntaron lo que queríamos de beber, a lo que les dimos una lista sin demora para no dilatar más el tiempo e intentar ingerir el alimento a la hora de la comida en lugar de a la hora de la cena.
Aprovechando que nos trajeron a los cinco minutos la bebida y unos aperitivos que siempre ponen (unas aceitunas y un poco de pan de ese de pita) más un par de platos de humus que les habíamos pedido junto con las bebidas, les pedimos la comida.

Unos quince o veinte minutos después, cuando ya habían desaparecido los aperitivos y algunos de los comensales ya se habían terminado sus refrigerios, empezaron a traer los platos de la comida, que si unos macarrones con no sequé, que si un no sequé con macarrones, que si un no sequé con arroz en lugar de macarrones… vamos, lo típico en un restaurante cinco estrellas… pero aquí se vinieron a estrellar conmigo, que golpe.
Trajeron todos los platos menos el de una calamidad de persona que soy yo, y a los cinco minutos, cuando todos estaban comiendo, reclamamos el plato que se les había olvidado.

Dijeron que sí, que en cinco minutos lo traían, pero el tiempo pasaba y pasaba, y, o mi reloj pasa los minutos como si fueran segundos, o el reloj de la cocina está en otra dimensión temporal, porque mi comida no llegaba.

Uno de mis compañeros de mesa me ofreció que picara de su plato (gracias, Luis), a lo que el resto también se ofreció a compartir conmigo sus viandas (gracias resto), por lo que cogí mi tenedor, pero estaba sucio, y me levanté a cambiarlo (por lo de la diferencia horaria de nuestra mesa con la del servicio).

No se si mi cara de hambre les intimidó o que, por que al verme con un tenedor en la mano y dirigiéndome hacia ellos, salieron dos personas de la cocina para pedirme perdón, y disculpas, por el retraso, y, viendo mi superioridad numérica (el hambre no me dejaba ver), les solicité tan amablemente como mi ingles del Bronx me dejó, que intentaran servirme antes de que anocheciera, que, si comía después de las doce o me mojaba, me convertía en malo malote, y no sería dueño de mis actos, y que, aprovechando la coyuntura, me cambiasen el tenedor, que estaba sucio, y ya que lo único que tenía para comer era el tenedor, que me aportaría mucho hierro, que, al menos no me lo dieran con restos de comida que no había pedido, que una cosa es que la comida en este país sea barata, pero otra cosa es abusar de la buena fe de la gente.

Volví a la mesa, y como mis compañeros de comistanda me habían ofrecido anteriormente de sus platos, me puse a comer de la mendicidad…y del robo para saciar mis hambres de maldad (bueno, mas bien mis hambres a secas, pero es que lo hambres de maldad quedaba muy bien, y no se si tendré otra oportunidad de usar dicha frase). ¿Me dejas probar esto de aquí? ¿A qué sabe aquello? ¿No te vas a comer las patatas? ¿De verdad que no quieres ese medio sándwich? No tires el tomate, que ya le doy yo un recado… el caso es que cuando todos mis amigos habían terminado, y me habían adjudicado todo aquello que no iban a comerse, y yo ya estaba relleno de un montón de cosas, que parecía más que había ido a una fiesta de degustación que a un restaurante de menú del día, el camarero se dignó a traerme mi plato de comida, pero, viendo que había estado compartiendo los manjares de mis compañeros, que pesaba 5 kilos más que cuando me senté, y por la sutil sugerencia que le hice respecto a lo que podía hacer con ese plato que había tardado más de una hora en llegar desde que fue solicitado, se llevó muy amablemente mi pedido, y, además, sabiendo que soy buena gente y no me había enfadado en absoluto, ni siquiera me lo cobro… que gentiles son cuando quieren.

Después de tan pantagruélica comida, nada mejor que una buena siesta…
Bueno, aquí os dejo, por el momento, no sin antes recomendaros un libro que me acabo de terminar, y que me ha encantado, sobre todo para los que les guste ver los dos lados de las cosas, es “Caín”, de Saramago, un libro muy bueno, un libro donde podréis hacer una visita a la historia de mano de Caín, y os daréis cuenta de sus pensamientos y sus verdades, no menos falsas que las de los demás.



Esta foto se la dedico con especial cariño a mi amigo Agus, que ahora estará en su despedida de soltero... un abrazo, campeón.

Nos vemos en los bares.