lunes, 3 de mayo de 2010

LA LLUVIA EN SEVILLA ES UNA MARAVILLA, PERO LA LLUVIA EN RIYAD, ES UNA CALAMIDAD...

Hoy me planteaba contaros mis des-aventuras de regreso a Riyad desde Madrid, pero creo que esto tendrá que esperar, pues, sino, no hablaré de lo que hoy me ha acontecido.



Como todos los días, teníamos que comer, por lo que he ido a casa a comer, hoy en el coche de un compañero. A la vuelta, estaba empezando a llover, solo un poquito (eso sí, con unos goterones que parecían puños), pero nada más llegar al trabajo, ha empezado a llover como si nunca hubiese llovido aquí (bueno, ese dicho, igual aquí no pega, pues aquí, llover, llover, lo que se dice llover, creo que desde el cretácico o antes no lo hacía…), pero bueno, el caso es que se ha puesto a llover de manera loca.

Todos nos hemos quedado extasiados viendo lo bien que cae el agua cuando llueve, fíjate, todita hacia abajo, con leves inclinaciones cuando el viento decide dar un poco de compas y romper la monotonía de movimiento.

No suficiente con esto, ha empezado a granizar, no eran demasiado grandes los granizos, solo como canicas pequeñitas, pero es que, por lo que me han contado, no granizaba aquí desde hace 13 años… casi nada.



Las ventanas, que deben de tener el goterón más taponado que nada, han empezado a hacer aguas, con lo que la oficina se nos ha empezado a llenar de agua que entraba por las ventanas…

El caso es que gracias al agua no he salido esta tarde a la obra (no sé si decir gracias o no, pues mañana tengo trabajo doble, pero bueno), tiempo que he aprovechado para hacer trabajo de oficina.

A esto han llegado las cinco y media, y me ha comentado mi jefe (menos mal que se ha acordado de mí…) que si sabía que casi todas las calles estaban inundadas y que no podíamos o podíamos salir difícilmente de la obra.

Como mi coche es más bajo, he decidido que mejor me iba con él, no fuera a ser que me dieran los bajos… jejejejejejeje, pero es que al salir, esto parecía que se hundía, hasta para los camiones parecía que había mucha agua.

Había varios coches parados en mitad de la calzada, que no podían seguir, otro optaban por subirse a la mediana, que está más alta (los cuatro por cuatro solamente), y otros, como nosotros, por limpiar los bajos del coche, que también lo necesitan de vez en cuando.

Hemos conseguido pasar el primer charco, y hemos seguido, bordeando la obra para poder acceder al cambio de sentido para ir a nuestra casa…nos hemos encontrado con otro lago de dimensiones parecidas, que hemos sorteado por la zona alta del peralte, y, al llegar a la zona donde teníamos que hacer el u-turn (giro de 180 grados), estaba la rotura de la cañería, solo faltaban los patos para que fuese igualito que el retiro (salvando las diferencias, claro está), todos intentando pasar por un estrecho carril en la zona alta del lago, y los que no se atrevían, dando media vuelta y yéndose en dirección contraria.



Al final hemos llegado a casa, pero os juro que nunca había visto llover de esta manera… al menos en Arabia.

Después de tantas aguas, nada mejor que recomendaros el disco de Supersubmarina, Electroviral, está genial, al menos a mi me lo parece.



Un abrazo, y nos vemos.

P.D. Quien me presta una patera
Para llegar a mí casa
Porque todito el camino
Está llenito de agua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario