miércoles, 30 de septiembre de 2009

VER PARA CREER

Hacía mucho que no escribía en el blog, pero es que estaba liado preparando mi próximo viaje a Arabia, para trabajar allí, y aunque me lo avisaron, no hice caso.

El caso es que la entrevista de trabajo la hice en Julio, a primeros, tras lo cual me dijeron que suponían que a mediados de Agosto estaría incorporado a la empresa en Arabia… si, claro.
Como conozco a un amigo en la empresa que está en Arabia, me empezó a indicar los papeles y documentos que tenía que tener preparados para agilizar el tema del contrato… y del visado, pues sin visado no se puede entrar en el país del petróleo.

Preparé mi certificado de Penales (en aquel momento estaba en paz con el Estado, aunque ya podría estar reclamado por cualquier delito, aunque no es así), los análisis de sangre (estoy sanísimo) y de víricas (chicas, no tengo ninguna enfermedad venérea… aun así, lo seguiré haciendo con condón, es broma no busco amiguitas), la copia del título de Arquitecto Técnico (desde entonces ha cambiado el nombre de la carrera y se ha creado un curso de convalidación), el pasaporte con más de 6 meses de validez (ya no sé si me quedan días o tengo que cambiarlo) y no sé que más papeles…

Entre todos los papeles, los análisis, y el certificado de salud, estuve liado hasta mitad de Agosto, así que para ir ya no podía ser a mediados de Agosto, pero sería a finales de Agosto, o eso me decían.

El caso es que casi todo el mundo en Arabia estaba de vacaciones, luego llegó el Ramadán… y tenía que llegar mi contrato, pues sin contrato no hay visado, y sin visado no puedo ir a Arabia.

Al final, llegó el contrato, junto con otro documento de la cámara de comercio Árabe, y no sé cuantas cosas más la primera semana de Septiembre. Todo parecía estar más o menos listo para tener el visado en la segunda semana de Septiembre (un par de semanas para visar un pasaporte con todos los documentos en una embajada cuyo país no admite turismo, no parecía poco tiempo), pero, o craso error… a última hora pidieron un papel nuevo, que nadie sabía lo que era (a la persona que lleva los papeleos desde España no se lo supieron explicar, y se lo tuvieron que explicar directamente a la gente de Arabia).

Bueno, un papel tarda tres días en llegar, y luego es simplemente timbrar un pasaporte, a no ser que caiga en la semana de después del Ramadán, que si en Ramadán no hacen nada los musulmanes… la semana siguiente, que es fiesta nacional, imaginaros lo que hacen.

A todo esto, como lo del visado parecía cosa hecha, me sacaron un billete de avión para el día 1 de Octubre, fecha de inicio de mi contrato, que tuvieron que anular, pues el día 1 es mañana, y, según lo que se (que igual no tiene ningún parecido con la realidad), mi visado está listo, pero en la embajada, se recogerá mañana, me van a coger un vuelo para el día 6 de Octubre (si hay suerte, pues ayer no encontraban ninguno para el día 1, aunque yo lo vi en Swiss Air barato.) y espero llegar pronto a Arabia o, al menos , que dejen de marearme.
Para recomendar algo, os recomiendo no viajar a países cuyo visado tarden más de 15 días en dároslo, y, aunque no la he visto, creo que os podré recomendar malditos bastardos.

Espero escribiros el próximo desde Arábia. Nos vemos.

Kocham cie.

jueves, 10 de septiembre de 2009

CUESTIÓN DE ACTITUD

Como bien sabéis la mayoría, mi deporte favorito para visionar en el televisor, y en el campo, es el baloncesto (igual por un complejo de inferioridad, al no levantar lo suficiente del suelo como para poder hacer los malabarismos y filigranas que hacen otros, sin ganarme tremendo tapón, o por no tener la puntería suficiente como para introducir una bolita dentro de un aro a cierta distancia, cosa que si fuera una bolita de papel en el escote de una mujer, sería mucho más fácil, al menos para mí). Como decía antes de este inmenso paréntesis, mi deporte favorito es el baloncesto.

Viendo los partidos de pretemporada, y del eurobasquet, no me queda más remedio que acordarme de tiempos, no diré mejores en lo que respecta a triunfos deportivos (que eso creo que también, pero ya se verá), pero si en lo que divertimento de juego demuestra nuestra gran selección.


No busco triunfos por la mínima, ni grandes gestas, ni ganar de 20 desde el minuto 5 de partido, no, para algo soy de Estudiantes, el único equipo que, hasta hace pocas temporadas se dedicaba a divertirse jugando al baloncesto (relevo que ha tomado el Juventud, aunque no sé si lo seguirá el próximo año), y eso es lo que hizo aquella famosa selección entrenada por el inolvidable Pepu Hernández, el mejor entrenador que ha tenido la selección española, y digo esto, por que fue él el que motivo a los jugadores y los hizo jugar como un reloj, el que confió en chavales como Marc, y el que les inculcó una ACTITUD que están perdiendo.

Es una cuestión de actitud lo que les hacia invencibles, lo que les hacia volar por la cancha, y no lo que pasa ahora, que andan perdidos, y no solo no se divierten (no como los eslovacos, como disfruté viéndolos), sino que no saben qué hacer, y empiezan a perder la confianza en sus capacidades, y, todo ello, se lo debemos al genial e irrepetible presidente de la federación, que por una cuestión personal, recriminó y expulsó de la selección al hombre que hizo el equipo (igual para que se hablase de él y no de Pepu) por motivos que no me explico, pero que los dos siguientes entrenadores han podido hacer, es decir, dedicarse a otras cosas y no tener contrato con exclusividad… y si bien Aito, otro grandísimo entrenador, supo o intento continuar con el espíritu de la selección, este nuevo entrenador no tiene nada que ver con lo que se inculcó.

Como muestra un botón, simplemente para recordaros que la actitud que tomemos frente a la vida, en todos sus aspectos, nos hará disfrutar y mejorar, o pasarla mal y, muchas veces fracasar, así que os pido que, como muchos ya hacéis, toméis la vida como venga, de la mejor forma posible, disfrutando de lo que nos toque a cada uno, y no perdamos esa actitud, que se puede convertir en una aptitud.

Está claro que os tengo que recomendar hoy… ver los partidos de España del Eurobasket, y disfrutar del baloncesto aunque nos apaleen equipos que nos saben jugar y lo hacen disfrutando y haciendo disfrutar, como Serbia.

Sin más, un saludo.

Kocham cie.

Las imágenes mostradas se han encontrado en internet, en las páginas www.codemadeporte.com y www.hachisvertas.net .

miércoles, 2 de septiembre de 2009

UN PUEBLO ES...

Esta semana pasada, he estado en mi pueblo, he visto a gente que hacía mucho que no veía, y he recordado tiempos pasados.

Hacía mucho que no estaba más de un fin de semana allí, y se me olvidaba la vida tranquila y, en cambio llena de actividad que se lleva en los pueblos.

Puede parecer una paradoja, pero es así, en los pueblos se vive de otra forma, las prisas no existen, no se queda a una hora, sino luego… y el caso es que, al final, te ves, te encuentras con quien habías quedado y se hace lo que se tenía previsto hacer, y, si llegas tarde, lo más que puede pasar es que se estén tomando un café sin ti…

A parte de eso, en un pueblo, cuando no sabes que hacer, y, sobre todo si es de montaña, como mi pueblo, con salir a la puerta de tu casa, y sentarte, ya ves gente, o puedes salir a dar un paseo por la carretera o por algún camino, y todo listo, o, como me pasó a mí, si vas a ver un monumento y está cerrado por que cierran pronto, y quieres hacer algo, te das una vuelta por la sierra, en chanclas, y sin agua, que ya encontrarás un regato, y tendrás cuidado de donde pisas.

Además, cuando miras el paisaje desde la sierra, sin el sonido de los coches o de las máquinas, parece que estuvieses en otro mundo, tranquilo, dejando pasar el tiempo sin miedo a perderlo, aunque solamente mires el horizonte tumbado o sentado en una lancha.

Ya no hablo de por la noche, cuando el cielo enciende sus luces de gala, y, al contrario que en la ciudad, puedes ver todas las estrellas, y su luz es la que te ilumina, te tumbas en una piedra, miras al cielo y te olvidas de lo demás, solo miras a las estrellas o a la luna, con lentitud, parsimonia, sin miedo a quedarte dormido, porque estás a gusto…


No sé cuando perdimos del todo esa conexión con la naturaleza, pero deberíamos volver más a menudo a los pueblos, a las montañas, a las playas, a los sitios sin gente, para reencontrar la naturaleza y a nosotros. Volver a ver a esa gente que dejamos de ver hace tanto tiempo, pero con los que compartimos tantas cosas cuando éramos pequeños.

Como colofón, os comento el libro “El rumor del oleaje” de Yukio Mishima, un libro que habla sobre una historia de amor, pero, a la vez, hablar sobre el esfuerzo y los resultados de esforzarnos por hacer bien las cosas.

Sin más, nos vemos pronto con más historias inventadas.

Kocham cie.